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La transición al cero neto está en marcha, pero no lo suficientemente rápido. El crecimiento de tecnologías climáticas clave, como la energía eólica y solar y los vehículos eléctricos (VE), ha ayudado a acelerar los esfuerzos de descarbonización en todo el mundo. Soluciones como el hidrógeno verde y el almacenamiento de energía de larga duración (long-duration energy storage, o LDES) están cada vez más disponibles y, si se escalan, podrían reducir aún más las emisiones globales. Pero el ritmo de escalabilidad de estas tecnologías no ha seguido el ritmo de las proyecciones de calentamiento del planeta. Los gobiernos y las empresas han hecho un trabajo admirable al desarrollar e implementar tecnologías climáticas hasta la fecha, pero se requiere una aceleración significativa para cumplir con los objetivos de cero emisiones netas y evitar los efectos más terribles del cambio climático.
El año pasado presentamos un marco para lanzar y escalar empresas ecológicas, basado en nuestro trabajo tanto con empresas ya establecidas como con start-ups.1 Algunas de las acciones clave incluyen liderar con la ambición de cambiar el juego, registrar la demanda cautiva antes de escalar y desarrollar capacidad con escalabilidad paralela. En el ínterin, a medida que ha cambiado el contexto económico y geopolítico, la dinámica del mercado para los desarrolladores de empresas ecológicas ha cambiado de forma tanto matizada como fundamental. Por un lado, los mercados de capitales y las instituciones del sector público han comenzado a impulsar las inversiones verdes. Las políticas, incluido el Plan Industrial Green Deal en Europa y la Ley de Reducción de la Inflación (Inflation Reduction Act, o IRA) en Estados Unidos, prometen apoyar a las empresas que buscan escalar las tecnologías climáticas. Al mismo tiempo, la inflación, la incertidumbre económica y la invasión de Ucrania han complicado el camino hacia el cero neto.
Han surgido tres áreas que ahora deberían ser prioritarias para aquellos que navegan por los desafíos y buscan oportunidades: desarrollar cadenas de suministro (a menudo a través de asociaciones intersectoriales), abordar de manera proactiva una brecha emergente de competencias y explorar diferentes vías de financiamiento e inversión.
Muchos de los retos específicos para escalar empresas ecológicas siguen siendo los mismos: los altos gastos de capital en activos físicos (en comparación con la creación de empresas digitales), los costos más elevados a corto plazo y las barreras a la educación de los clientes y a la adopción de muchos productos sostenibles. Sin embargo, la urgencia por alcanzar los objetivos cero neto no ha hecho más que crecer en muchos mercados, y la economía industrial se está reinventando en torno a un sistema energético con menos emisiones de carbono, prácticas de economía circular y otros modelos emergentes. Las empresas capaces de innovar y escalar durante estos tiempos inciertos y de rápidos cambios podrían prepararse para un crecimiento exponencial. Nuestro análisis muestra que la creciente demanda de ofertas de cero emisiones netas podría generar entre $9 billones y $ 12 billones de dólares en ventas anuales para 2030 en 11 grupos de valor, incluidos el transporte, la energía y los bienes de consumo.
En este artículo, presentamos el panorama cambiante para escalar las tecnologías climáticas y exploramos tres áreas de acción potencial para los desarrolladores de empresas verdes.
Una brecha de escala significativa
Más de 4,000 empresas se han comprometido o están en proceso de hacerlo a reducir sus emisiones2, y más de 70 países han establecido objetivos de cero emisiones netas.3 ¿Qué tan rápido deberían escalar las tecnologías climáticas clave para ayudar a alcanzar esos objetivos?
Para llegar a estas previsiones, analizamos la trayectoria actual de crecimiento de la tecnología climática en relación con los compromisos actuales de cero emisiones netas. Según nuestro análisis, incluso las tecnologías maduras, como la energía eólica y solar, necesitarían escalar entre seis y 14 veces más rápido para mantenerse en el camino de 1.5° para 2030 (Gráfica).4
Históricamente, el crecimiento de la energía solar y eólica ha superado a menudo las previsiones, y la entrada de nuevos actores al mercado (compañías de petróleo y gas, actores de capital privado e inversionistas institucionales, por ejemplo) muestra indicios de que el ritmo actual de implementación podría acelerarse.5 Sin embargo, la brecha potencial para que las energías renovables alcancen los objetivos de cero emisiones netas parece grande.
Las tecnologías climáticas que son de alto potencial, pero relativamente menos avanzadas en su comercialización (en comparación con las energías renovables), tendrían que escalar a un ritmo aún mayor. Consideremos el hidrógeno. Nuestro análisis indica que el suministro de hidrógeno verde, que se produce con energías renovables, tendría que multiplicarse por 200.
Los próximos pasos para los creadores de empresas verdes
Escalar las tecnologías climáticas a menudo exige que las empresas piensen y actúen de manera audaz e innovadora. Si bien nuestras siete acciones para escalar las empresas ecológicas siguen siendo válidas, continúan evolucionando (para obtener un resumen del marco original, consulte el recuadro: "Siete acciones para escalar las empresas verdes"). La incertidumbre económica, la inflación, el nuevo financiamiento público, los riesgos tecnológicos y las consideraciones relativas a la cadena de suministro han alterado el panorama para la creación de empresas ecológicas.
Las acciones que se han vuelto particularmente importantes para las organizaciones en estos tiempos volátiles incluyen desarrollar cadenas de suministro de forma creativa (incluso a través de asociaciones), abordar de manera proactiva las nuevas brechas de habilidades de la fuerza laboral y explorar nuevas vías de financiamiento e inversión.
Desarrollar la cadena de suministro mediante asociaciones intersectoriales
Los esfuerzos por crear empresas ecológicas suelen ser esfuerzos por crear cadenas de suministro. Por ejemplo, para que los vehículos impulsados por hidrógeno se puedan escalar y, con ello, ayudar a descarbonizar el transporte de mercancías de larga distancia, también es necesario escalar el suministro y la infraestructura de hidrógeno. Cada vez vemos más creadores de empresas ecológicas que desarrollan sus cadenas de suministro mediante la formación de asociaciones entre sectores y, en algunos casos, la creación de una estrategia de crecimiento con actores complementarios como colaboradores. Estas asociaciones están recibiendo un impulso de los principales paquetes de legislación climática en Estados Unidos y la Unión Europea. Por ejemplo, la IRA en Estados Unidos asigna $369,000 millones de dólares para gastos en clima y energía,6 con un enfoque en empresas que abordan brechas críticas en la cadena de suministro de América del Norte. Estas colaboraciones ocurren en sentido ascendente (upstream), descencente (downstream) u horizontalmente en la cadena de valor.
Las asociaciones upstream son alianzas operativas que impulsan la integración vertical. Se producen cuando una empresa se asocia en sentido ascendente para asegurar el suministro crítico de un producto o servicio. En un ejemplo, el Grupo Volkswagen anunció una empresa conjunta con Umicore,7 una empresa de tecnología de materiales circulares, para impulsar el suministro de materiales para baterías con bajas emisiones de carbono. El objetivo de los colaboradores es escalar la capacidad para satisfacer la demanda de 2.2 millones de vehículos eléctricos por año. Una asociación de este tipo no solo podría ayudar a fortalecer la cadena de suministro para el reciclaje de baterías, sino también a solidificar la demanda para los participantes de las cadenas de valor del almacenamiento de energía y los vehículos eléctricos (infraestructura de carga, mercados de almacenamiento en red) y ayudar a reducir el riesgo comercial para los inversionistas. En otro ejemplo de asociación a gran escala, Dow Chemical y Mura Technology, una empresa de reciclaje avanzado, anunciaron que se asociarán para construir múltiples instalaciones de reciclaje de plásticos que podrían añadir hasta 600 kilotoneladas de capacidad para 2030.8
Las asociaciones downstream son asociaciones basadas en la demanda que impulsan la integración vertical. Se producen cuando una empresa utiliza un compromiso de demanda de un comprador para ayudar a estabilizar o permitir su financiamiento. Por ejemplo, los compromisos de mercado avanzado son una herramienta para ayudar a garantizar la demanda futura de tecnologías. Tomemos el caso de Frontier, un esfuerzo conjunto entre organizaciones como Alphabet, Meta, Shopify y Stripe.9 Estas organizaciones han asumido un compromiso colectivo de $925 millones de dólares para la compra de eliminación de carbono, lo que permite a los proveedores de eliminación de carbono tener una línea de visión de sus clientes finales mientras siguen escalando sus operaciones.
Las asociaciones horizontales son asociaciones de ecosistemas que reúnen a una sección transversal de organizaciones a lo largo de la cadena de valor. Por ejemplo, el Centro para el Futuro de Houston (Center for Houston's Future) y la Alianza del Área Metropolitana de Houston (Greater Houston Partnership) han sentado las bases para un centro de hidrógeno limpio en la región de la Costa del Golfo al reunir a entidades públicas y privadas que abarcan la producción, la infraestructura y la capacidad de electrolizadores.10 Otro ejemplo es el Consejo de Almacenamiento de Energía de Larga Duración (Long Duration Energy Storage Council, o LDES), un grupo de más de 60 instituciones miembro que se ha comprometido a acelerar la escala de las tecnologías LDES.11 Entre sus integrantes hay proveedores de tecnología, clientes e inversionistas.
Adelantarse a la brecha de competencias
La transición cero neto ha generado un cambio en las competencias laborales necesarias, a medida que los mercados se reconfiguran y las organizaciones instituyen nuevas prácticas y procesos operativos. La gama es amplia: desde perfeccionar las habilidades técnicas para fabricar vehículos eléctricos, paneles solares y turbinas eólicas, hasta colaborar con proveedores de bajas emisiones o tener experiencia ejecutiva en la contabilidad de carbono y el financiamiento de proyectos. Las oportunidades de creación de empresas ecológicas han alentado a muchos emprendedores, pero el talento disponible para escalar las operaciones –en infraestructura, ingeniería para proyectos de capital e ingeniería de procesos, por ejemplo– no se ha puesto al día.
De cara a la próxima década, la escasez de personal cualificado12 podría acechar a ciertos sectores, sobre todo a medida que más empresas aumenten simultáneamente la manufactura y las operaciones en Estados Unidos para acceder a los incentivos ofrecidos por la IRA y la Ley de Infraestructura Bipartidista (Bipartisan Infrastructure Law). Por ejemplo, el análisis de McKinsey muestra que la explosión de la construcción de fábricas en Michigan podría sobrecargar la oferta de mano de obra en casi un 200 por ciento y manifestarse de manera diferente según las categorías de habilidades de los trabajadores, con necesidades crecientes de trabajos de arquitectura, equipamiento y electricidad. Para hacer frente a esta posible escasez, las empresas no solo deben adquirir el talento adecuado, sino que también deben descubrir cómo mejorar y volver a capacitar a la mano de obra para futuras oportunidades. En Reino Unido, por ejemplo, Octopus Energy ha abierto un centro de I+D y formación sobre bombas de calor para ayudar a acelerar la adopción de esa tecnología.13
Desarrollar la cartera de talentos en las instituciones académicas es otra forma en que las empresas pueden llenar el déficit de competencias. Por ejemplo, Shell es socio fundador del Instituto de Transición Energética (Energy Transition Institute) de la Universidad de Houston, donde los estudiantes trabajan con científicos de Shell en tres áreas principales: hidrógeno, gestión del carbono y plásticos circulares.14 Los gobiernos pueden apoyar estos esfuerzos de generación de talento en las universidades. El Departamento de Energía de Estados Unidos, por ejemplo, financió un nuevo centro de investigación en la Universidad de Michigan para la tecnología de baterías para vehículos eléctricos.15 Tanto las entidades públicas como las privadas deberán contribuir al desarrollo de la fuerza laboral en el futuro.
Explorar diferentes vías de financiamiento e inversión
Financiar la ampliación de las tecnologías climáticas puede presentar desafíos, ya que muchas de ellas dependen de importantes inversiones iniciales en activos físicos, incluidas instalaciones e infraestructura a gran escala. Las tecnologías que aún no han alcanzado la madurez técnica o la comercialización pueden presentar un perfil de riesgo más elevado para los inversionistas. Como hemos escrito antes, asegurar acuerdos de compra e invitar a los clientes a invertir por adelantado en la empresa son algunas de las formas en que los desarrolladores de empresas ecológicas han abordado con éxito estos retos.
El financiamiento de proyectos es un enfoque cada vez más común para los creadores de empresas ecológicas, que puede ayudar a mitigar los riesgos de los proyectos de infraestructura de capital intensivo. El financiamiento de proyectos es una estructura sin aval de recursos o con aval de recursos limitado en la que la responsabilidad de los accionistas de la empresa del proyecto se limita a su inversión de capital y los prestamistas del proyecto dependen principalmente del flujo de caja del proyecto para el reembolso, lo que significa que el reembolso del principal generalmente comienza después de que el proyecto está operativo. Northvolt, un fabricante sueco de baterías, recurrió rápidamente al financiamiento de proyectos y tiene previsto construir al menos una tercera gigafactoría.16
Muchos desarrolladores de empresas verdes buscan modelos de financiamiento mixto, que se basan en una combinación de capital privado y financiamiento público o filantrópico. Por ejemplo, los fondos de financiamiento público utilizan subvenciones como un medio para reducir la deuda y mitigar el riesgo, y los fondos climáticos multilaterales, como el Fondo Verde para el Clima (Green Climate Fund), se han incluido en estos modelos de financiamiento mixto.
Las asociaciones de financiamiento también están desempeñando un papel más importante, desde empresas conjuntas entre start-ups locales y empresas tecnológicas globales, hasta programas de investigación, desarrollo y demostración (research, development and demonstration, o RD&D) financiados por múltiples partes interesadas que proporcionan capital propio en las fases inicial y de crecimiento para proyectos de primer despliegue de alto riesgo. Estos programas de RD&D están apareciendo particularmente en los países en desarrollo, para ayudar a aumentar las inversiones privadas en empresas que atienden a las comunidades subrepresentadas más afectadas por el cambio climático.
En lo que respecta a los acuerdos de compra, la inflación podría ser una de las principales preocupaciones de los proveedores y compradores. En respuesta, estamos viendo a creadores de empresas ecológicas que ofrecen acuerdos a sus clientes con fórmulas de precios ajustables a la inflación.
Escalar nuevas empresas ecológicas puede parecer más desafiante que hace un año, pero vemos que muchas empresas abordan las complicaciones con determinación y previsión. Las organizaciones que evolucionan con los tiempos y adoptan un nuevo conjunto de acciones podrían prepararse para importantes oportunidades de crecimiento y ayudar a que el clima vuelva a su cauce.