La oficina más reciente de McKinsey en Sudamérica ha abierto en la ciudad costera de Montevideo, Uruguay, con el objetivo de ayudar a los clientes a acelerar la descarbonización, desarrollar nuevos negocios y mejorar su desempeño incorporando nuevas tecnologías y digitalización. [Nota: Esta historia también está disponible en {inglés}.]
Uruguay es el segundo país más pequeño en Sudamérica, y se encuentra ubicado entre los dos más grandes, Argentina y Brasil. “El país ha logrado un crecimiento notable en la última década y se está recuperando rápidamente del impacto de la pandemia”, afirma Alberto Fernández, socio asociado de la Firma, quien co-liderará la oficina junto con Xavier Costantini, socio senior. Para Alberto, que vivía en España hasta hace poco, la nueva oficina representa un regreso a casa: “Nací y crecí en Uruguay – este es un momento muy prometedor, y es genial estar de vuelta”.
Uruguay tiene una economía vibrante y diversificada, y es líder en sostenibilidad en América Latina. También posee una democracia fuerte, con instituciones estables y legislación social avanzada.
“Uruguay se destaca por una cultura de consenso, donde los cambios son ampliamente consensuados”, explica Alberto. “Esto es atractivo para los inversores que buscan un entorno estable a largo plazo”. La nueva oficina también asistirá a clientes de Paraguay y Bolivia.
Uruguay cuenta con una matriz eléctrica verde: El 98 por ciento de la electricidad es renovable, con una combinación de generación eólica, solar e hidroeléctrica. Además, dispone de un pool de talentos prometedor y en expansión. “Muchas grandes empresas se están instalando aquí, y el ecosistema de start-ups es muy dinámico”, comparte Xavier. Como líder de nuestra Práctica de Sostenibilidad en la región, Xavier ayuda a empresas y países a mejorar su desempeño en sostenibilidad y desarrollar negocios verdes. Por ejemplo, la Firma ayudó a elaborar una hoja de ruta integral para producir hidrógeno verde en Uruguay.
Bienvenidos a McKinsey Uruguay
Otros temas de creación de negocios verdes en los que estamos incursionando en Uruguay, en diferentes etapas, son bioenergía y biocombustibles, exportación de combustibles sintéticos, créditos de carbono y agricultura sostenible.
“Estos negocios sostenibles representan una importante oportunidad económica – equivalente a hasta 50% del PIB –, y pueden acelerar el desarrollo socioeconómico y al mismo tiempo ser buenos para el planeta”, sostiene Xavier.
La oficina de Montevideo también desarrollará equipos especializados en digital y analytics para ayudar tanto a start-ups como a compañías consolidadas a mejorar su desempeño y crear productos y servicios innovadores. “Esto abarca desde ayudar a empresas manufactureras a aumentar la efectividad de sus operaciones hasta la creación de ecosistemas digitales para bancos y empresas de telecomunicaciones”, agrega Alberto.
Nuestros expertos utilizan una “metodología de acelerador” para ayudar a las compañías a crecer y mirar más allá de la economía local, con el fin de establecer alianzas en mercados regionales e internacionales y desarrollar sus negocios rápidamente. E implica una mayor apertura de la economía, la transición hacia una mentalidad exportadora, atraer inversores externos y promover conexiones con las cadenas de suministro globales.
La oficina de Montevideo pretende expandirse a más de 60 personas en 2025 con una combinación de talento local y regional. “Nuestro equipo está compuesto en un 65% por mujeres, y el objetivo es – como mínimo – mantener la paridad”, dice Xavier. “En términos de nacionalidad, la oficina ya cuenta con colegas de Francia y Argentina, además de los locales”.
¿Cómo será la cultura? “Una nueva oficina es un nuevo proyecto, y la cultura se inclinará hacia el emprendimiento”, dice Xavier, “y por supuesto apoyaremos esa dirección”.