Cerrar la brecha digital en la América negra

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La brecha digital se reconoció por primera vez a mediados de la década de 1990.1 Tres décadas después, debido en parte a la desigualdad económica de larga data y la economía de la banda ancha, sigue siendo un impedimento para el crecimiento económico inclusivo, particularmente en las comunidades afroamericanas. Aproximadamente el 40 por ciento de los hogares estadounidenses negros, en comparación con el 28 por ciento de los hogares estadounidenses blancos, carecen de banda ancha fija de alta velocidad.2 En áreas urbanas densas como Chicago y Baltimore, los hogares negros tienen el doble de probabilidades que sus homólogos blancos de carecer de una suscripción a Internet de alta velocidad.3 En el sur rural, el 38 por ciento de los hogares negros no tienen banda ancha, en comparación con el 23 por ciento de los hogares blancos.4

Pero el acceso a la banda ancha es solo una parte de un panorama mucho más amplio. Garantizar que todos los estadounidenses puedan participar plenamente en la vida cívica y la economía digital requiere suscripciones asequibles, dispositivos con acceso a Internet, aplicaciones, habilidades digitales y asistencia técnica de alta calidad. Por ejemplo, mientras que la penetración de teléfonos inteligentes y tabletas es aproximadamente igual entre los adultos blancos, negros e hispanos y latinos en Estados Unidos, solo el 69 por ciento de los estadounidenses negros y el 67 por ciento de los estadounidenses hispanos tienen ordenadores de escritorio o portátiles, frente al 80 por ciento de los estadounidenses blancos. (Gráfica 1).5 Una encuesta de la OCDE de 2020 encontró que aproximadamente la mitad de los trabajadores negros tenían las habilidades digitales avanzadas o competentes necesarias para prosperar en nuestra economía cada vez más impulsada por la tecnología, en comparación con el 77 por ciento de los trabajadores blancos.6

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Los bajos niveles de preparación digital son tanto una consecuencia como un impulsor continuo de grandes brechas en la representación de los estadounidenses negros en puestos de trabajo que requieren conjuntos de habilidades digitales. Aunque los afroamericanos representan aproximadamente el 13 por ciento de todos los trabajadores, solo representan el 7.4 por ciento de los trabajadores digitales.7

Esta falta de representación alimenta las brechas raciales de ingresos y riqueza. El salario medio de los trabajos tecnológicos es más del doble que el de todas las ocupaciones, y se espera que los trabajos digitales y de TI crezcan un 13 por ciento hasta 2030, 1.7 veces la tasa general de crecimiento laboral.8 En la medida en que los afroamericanos puedan lograr una mayor participación en la fuerza laboral digital, estos empleos podrían ayudar a cerrar las brechas de ingresos y riqueza.

Financiamiento gubernamental sin precedentes para la banda ancha y la equidad digital

Más de $425 mil millones de dólares en fondos federales están a disposición de los gobiernos estatales y locales para ayudar a cerrar la brecha digital. Aproximadamente $350 mil millones de esa cantidad se incluyen en los Fondos de Recuperación Fiscal Estatales y Locales de la Ley del Plan de Rescate Estadounidense (American Rescue Plan Act, o ARPA) de 2021. La Ley de Infraestructura Bipartidista (Bipartisan Infrastructure Law, o BIL), también firmada en 2021, proporciona $65 mil millones de dólares en fondos federales para esfuerzos de banda ancha, incluidos aproximadamente $44 mil millones que fluirán directamente a los estados como parte de los programas de Equidad, acceso y despliegue de la banda ancha (Broadband Equity, Access, and Deployment, o BEAD) y Subvención Estatal a la Capacidad de Equidad Digital (State Digital Equity Capacity Grant). Además, se dispone de $10 mil millones de dólares en los fondos ARPA Capital Projects.

Este financiamiento no tiene precedentes en tres formas:

  1. Alcance. Los fondos, que son administrados por los departamentos del Tesoro y Comercio, la Comisión Federal de Comunicaciones (Federal Communications Commission, o FCC) y el Departamento de Agricultura, se destinan a todos los ámbitos: infraestructura, adopción, asequibilidad, dispositivos, apoyo técnico, alfabetización digital y capacitación. y a acelerar el desarrollo de la fuerza laboral y las oportunidades de trabajo a distancia.9
  2. Dirigido por el estado. Las anteriores inversiones federales en infraestructura fueron asignadas principalmente por la FCC a los proveedores de servicios de Internet (internet services providers, o ISP). Esta vez, la mayor parte del financiamiento va directamente a los estados, que pueden "subconceder" (“subgrant”) premios a varios proveedores, programas y organizaciones, sujetos a directrices internas.
  3. Enfoque de equidad e inclusión digitales. Por primera vez, el gobierno federal otorgará subsidios lo suficientemente sustanciales como para permitir que muchos estadounidenses de bajos ingresos puedan pagar suscripciones de banda ancha. También se asignarán fondos federales considerables –algunos dirigidos a los estados– a programas de inclusión digital más amplios, y se distribuirán fondos adicionales a gobiernos locales y organizaciones sin fines de lucro a través de un proceso competitivo de subvenciones.

Estos fondos federales están diseñados para fomentar el progreso hacia la extensión del acceso a una banda ancha fiable, asequible y de alta velocidad, que el Congreso ha declarado como "esencial para la plena participación en la vida moderna en Estados Unidos".10 Pero el dinero por sí solo no será suficiente para erradicar la brecha digital. Para cumplir plenamente con las expectativas de este momento se requiere de una visión de equidad e inclusión digitales, nuevos niveles de recopilación de datos, una participación sólida de las partes interesadas y asociaciones entre los sectores público, privado y sin fines de lucro. También requiere tomar medidas específicas para comprender los obstáculos que afectan a comunidades específicas.

A continuación, se exponen cinco pasos que los líderes estatales y locales y las partes interesadas de la banda ancha podrían tomar para expandir el acceso a la banda ancha y promover la equidad y la inclusión digitales en las comunidades negras (Gráfica 2).

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1. Comprometerse explícitamente con la equidad y la inclusión digitales

A medida que los estados, las ciudades y los municipios desarrollan sus aspiraciones y hacen planes de banda ancha, los líderes pueden promover el cambio elevando el compromiso público con la inclusión y la equidad digitales junto con el compromiso de expandir la cobertura de la infraestructura de banda ancha de alta velocidad. Este compromiso público también puede ampliar el conjunto de partes interesadas involucradas para incluir actores del sector privado y organizaciones sin fines de lucro con un enfoque en la equidad. Contar con la participación de estas otras partes interesadas podría ayudar a profundizar la base de datos, afinar el plan y fomentar una ejecución eficaz.

Varios estados ya están dejando claro su compromiso con la equidad. En 2021, Carolina del Norte estableció la primera Oficina de Equidad y Alfabetización Digitales del país para “acelerar el trabajo crítico de poner a todos los habitantes de Carolina del Norte al día con la sociedad digital para que puedan vivir vidas más equitativas, prósperas, educadas y saludables”.11 Esta oficina se coordina con la División de Banda Ancha y Equidad Digital ampliada del estado, que se encarga de ejecutar el plan, incluida la inversión de $165 millones de dólares en esfuerzos de equidad digital.

También en 2021, Maryland puso en marcha una iniciativa que tiene como objetivo garantizar "banda ancha universal para todos, en todos los rincones del estado" para 2025.12 Para facilitar esta tarea, el estado asignó $75 millones de dólares para proporcionar $15 dólares adicionales al mes en ayudas a la suscripción y subsidios para dispositivos a los residentes de bajos ingresos.13 Este dinero se proporcionó además de los $50 dólares mensuales del Beneficio Federal de Banda Ancha de Emergencia (Emergency Broadband Benefit), desde septiembre de 2021 hasta agosto de 2022. Además, Maryland ha hecho de la equidad una alta prioridad y ha asignado $10 millones de dólares adicionales para programas de inclusión digital, formación en alfabetización digital y un programa de navegadores digitales.14

2. Realizar una encuesta exhaustiva de las localidades desatendidas y subatendidas, y garantizar que los fondos lleguen a las comunidades que los necesitan

La asignación de los fondos BEAD de la BIL se derivará de la cantidad de ubicaciones sin servicio en los nuevos mapas de Precisión del Despliegue y Disponibilidad Tecnológica (Deployment Accuracy and Technological Availability, o DATA) de banda ancha, cuya creación fue requerida por la Ley DATA de banda ancha de 2020.15 Si los gobiernos no contabilizan correctamente todas las ubicaciones susceptibles de servicio de banda ancha sin servicio, incluidos los hogares individuales y las pequeñas empresas en comunidades minoritarias, los mapas DATA de banda ancha no reflejarán con precisión las necesidades. Por lo tanto, un recuento adecuado es el primer paso para garantizar que las comunidades negras reciban la parte de los fondos que les corresponde para cerrar las brechas de infraestructura de banda ancha, y es necesario para impugnar cualquier error u omisión en los mapas.

Los nuevos mapas están a nivel de ubicación y, por lo tanto, son mucho mejores que los mapas existentes de la FCC, que se basan en datos menos precisos a nivel de bloque censal. Pero aún pueden existir lagunas. Muchas áreas rurales, especialmente en estados como Misisipi, Alabama y Luisiana, todavía tienen importantes brechas de infraestructura que afectan de manera desproporcionada a los estadounidenses negros.16 Los despliegues de cable y de línea de suscriptor digital (digital subscriber line, o DSL) de menor velocidad están vinculados a la economía del vecindario; las áreas más prósperas tienen más probabilidades de disponer de mayor velocidad y, a menudo, tienen despliegues de fibra. Y las unidades de viviendas múltiples en zonas desatendidas pueden experimentar limitaciones de capacidad adicionales, especialmente durante las horas de alta demanda, debido a las limitaciones de ancho de banda compartido y a la insuficiencia de cableado interior o equipo Wi-Fi.17

Para asegurarse de que los nuevos mapas representen con precisión las carencias de banda ancha, los gobiernos podrían inspeccionar las áreas seleccionadas mediante una combinación de visitas a domicilio, campañas telefónicas y actividades de divulgación a través de miembros y organizaciones de confianza de la comunidad. Podrían complementar la información inicial que recopilen con evaluaciones de ingeniería de la tecnología disponible para determinar si la infraestructura de banda ancha del área tiene la capacidad de dar servicio a los residentes. A continuación, los gobiernos podrían incluir esa información, junto con las direcciones y las coordenadas de los sistemas de información geográfica, en sus propuestas de impugnación de los mapas de la FCC.18 Mientras los líderes estatales y locales estudian la mejor manera de movilizar una mano de obra capaz de recopilar información sobre las deficiencias de la infraestructura de banda ancha, podrían inspirarse en la recopilación de datos del censo de Estados Unidos. Un programa similar podría crear puestos de trabajo e identificar a los recopiladores de datos que, posteriormente, podrían reciclarse y conectarse con otras iniciativas de banda ancha y equidad digital.

Una vez que la Administración Nacional de Telecomunicaciones e Información establezca los niveles de financiamiento, los estados podrían trabajar con la administración, las corporaciones y las organizaciones cívicas para garantizar que los fondos para una Internet de alta velocidad fiable y resiliente lleguen a las comunidades negras. Los funcionarios locales electos que representan a un número significativo de electores negros podrían sentarse a la mesa mientras se delimitan las áreas del proyecto, para que puedan garantizar que sus electores estén incluidos en la propuesta final del estado. Después de conectar o actualizar las ubicaciones desatendidas y subatendidas, los estados podrían priorizar el financiamiento de los colegios y las universidades históricamente negros (historically black colleges and universities, o HBCU) y otras instituciones al servicio de las minorías (minority-serving institutions, o MSI). Dado que desempeñan un papel central de confianza en las comunidades negras, los HBCU y las MSI podrían servir de centros para los recursos y programas de equidad e inclusión digitales.

3. Involucrar a todas las partes interesadas en la comprensión de los obstáculos subyacentes al acceso y la equidad digitales

Para comprender mejor los obstáculos subyacentes que causan la brecha digital e identificar y crear soluciones para cerrarla, los líderes estatales podrían recabar comentarios de una variedad de partes interesadas, incluidos residentes afectados, líderes de gobiernos locales, líderes de organizaciones sin fines de lucro, profesionales de la equidad digital y el desarrollo de la fuerza laboral, empresas de servicios públicos y cooperativas eléctricas, proveedores de servicios de Internet, empresas del sector privado enfocadas en hacer crecer la mano de obra digital y muchos otros.

Involucrar a múltiples partes interesadas podría ayudar a los líderes estatales a comprender las aspiraciones de las comunidades afectadas, los obstáculos que se interponen en el camino del acceso y la equidad digitales, y qué soluciones podrían dar el mejor resultado según las experiencias de los residentes y los profesionales que han estado trabajando durante años para cerrar la brecha digital. Los líderes estatales y locales también podrían trabajar para ampliar los programas existentes que han sido más efectivos e identificar las regiones donde se necesitan nuevos programas para satisfacer las necesidades de los residentes.

Los líderes de organizaciones sin fines de lucro y los profesionales de la equidad digital también podrían involucrar de manera proactiva a los líderes estatales a través de llamadas telefónicas, cartas y reuniones para compartir sus conocimientos y ayudar a dar forma a las prioridades, el enfoque y los planes de desarrollo. Los líderes estatales podrían considerar la posibilidad de establecer asociaciones remuneradas con instituciones comunitarias para apoyar el trabajo de participación de las partes interesadas y el desarrollo de planes de implementación para impulsar el acceso a la banda ancha y la equidad digital.

4. Asociarse con las partes interesadas locales para garantizar que los hogares accedan a subsidios para suscribirse a Internet y adquieran dispositivos de Internet

Los gobiernos federal, estatales y locales podrían asociarse con las partes interesadas locales de banda ancha para garantizar que los hogares elegibles puedan aprovechar el Programa de Conectividad Asequible (Affordable Connectivity Program, o ACP) de la FCC, que proporciona subsidios para el servicio y los dispositivos de Internet. La mayoría de los hogares negros directamente afectados por la brecha digital viven en áreas con infraestructura disponible, pero simplemente no pueden pagar el servicio de banda ancha. Aproximadamente el 37 por ciento de los afroamericanos en la fuerza laboral ganan menos del 200 por ciento del nivel federal de pobreza y están en situación de inseguridad económica.19 Estas familias probablemente cumplirían los requisitos para recibir ayuda a través de la ACP, pero las encuestas muestran que muchas lo desconocen. Entre los que conocen el subsidio del ACP, al 32 por ciento les resultó difícil inscribirse para recibir la ayuda correspondiente.20 Dado que los criterios de elegibilidad para el ACP incluyen la participación en programas federales como Medicaid y el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria, las agencias gubernamentales y las organizaciones comunitarias podrían utilizar los canales de divulgación existentes para comunicarse con los residentes negros elegibles.

La mayoría de los hogares negros directamente afectados por la brecha digital viven en áreas con infraestructura disponible, pero simplemente no pueden pagar el servicio de banda ancha

Numerosas organizaciones locales de todo el país están haciendo una labor importante para promover la adopción del ACP. La Coalición para la Equidad Digital de Baltimore, por ejemplo, organiza sesiones de información en vivo en las que que se ofrecen detalles sobre el ACP y cómo solicitar subsidios. Detroit y otras ciudades complementan sus esfuerzos de divulgación con una guía impresa del ciudadano digital, que brinda a los residentes una descripción general de los beneficios de la conectividad y los pasos tácticos para obtener una suscripción a un ISP. En Ohio, los líderes estatales trabajaron con organizaciones sin fines de lucro y escuelas K-12 para fomentar la aceptación del ACP, como un ejemplo de ciudades y estados que colaboran con organizaciones locales para ayudar a garantizar que el beneficio del ACP llegue a los residentes que más lo necesitan.21

5. Buscar alianzas entre empresas privadas, organizaciones sin fines de lucro, academia y gobierno

Las corporaciones, los gobiernos estatales y locales, las organizaciones sin fines de lucro y las partes interesadas del mundo académico, en particular los HBCU, podrían buscar oportunidades para asociarse en iniciativas destinadas a cerrar la brecha digital. Estas asociaciones podrían incluir programas de desarrollo de la fuerza laboral que enseñen habilidades digitales, desarrollen nuevos grupos de talento y brinden acceso a trabajos con salarios más altos.

Los HBCU son instituciones ancla de gran confianza con profundas raíces en la comunidad. También sirven como plataformas fundamentales para educar y promover a los estudiantes de color. Los HBCU otorgan el 17 por ciento de todos los títulos de licenciatura concedidos a estadounidenses negros y desempeñan un papel vital en la aceleración de la movilidad económica de los negros, tanto para sus estudiantes como para sus comunidades.22 Un informe encontró que los HBCU crean aproximadamente 134,000 puestos de trabajo para sus economías locales y regionales.23

Dada la importancia de los HBCU para sus comunidades, podrían desempeñar un papel aún mayor en la promoción de la conectividad, la alfabetización digital y el desarrollo de habilidades digitales. Varios HBCU ya están innovando en este ámbito. Por ejemplo, Benedict College, un HBCU en Carolina del Sur, ha utilizado $6 millones de dólares del Fondo de Ayuda Educativa de Emergencia del Gobernador (Governor’s Emergency Education Relief Fund, o GEER) para asociarse con la Universidad de Carolina del Sur, brindando acceso abierto a ocho laboratorios de computación en todo el estado, haciendo que la tecnología digital sea más accesible para los distritos escolares locales, los HBCU, el Sistema de Universidades Técnicas de Carolina del Sur y los miembros de la comunidad.24 En Stillman College, un HBCU en Alabama, el Instituto de Investigación sobre el Futuro de la Tecnología Negra (Black Tech Futures Research Institute), creado en el campus, se centra en cultivar un ecosistema de tecnología negra enfocado en la comunidad que sirva de base para las recomendaciones de políticas y erradique las disparidades tecnológicas raciales dentro de las ciudades.25

Más allá de los HBCU, las empresas ya están comprometidas con los esfuerzos por expandir el acceso a la banda ancha y, con ello, el grupo disponible de talento tecnológico para trabajar en la economía digital. Por ejemplo, Microsoft y Cisco se están asociando con organizaciones sin fines de lucro y gobiernos estatales para respaldar y escalar los programas existentes de desarrollo de habilidades digitales. Desde 2017, Microsoft ha utilizado su Iniciativa Airband para ampliar el acceso a Internet de alta velocidad en áreas desatendidas aprovechando la tecnología inalámbrica fija a través del espectro de espacio en blanco de la televisión.26 En 2020, Microsoft también lanzó una iniciativa de capacitación para ayudar a 25 millones de personas en todo el mundo a adquirir habilidades digitales.27 El programa proporciona contenido para que las personas desarrollen las competencias digitales más demandas, en asociación con LinkedIn, para ayudar con la colocación laboral.

En Atlanta y varias otras ciudades de Estados Unidos, Microsoft ha creado una amplia coalición de socios para crear una iniciativa basada local que tiene como objetivo cerrar la brecha de habilidades digitales y construir una fuerza laboral más inclusiva.28 Con la participación de líderes estatales y locales y de organizaciones sin fines de lucro con relaciones profundas en la comunidad, Accelerate: Atlanta ayuda a facilitar programas de aprendizaje, ofrece apoyo profesional y ayuda a poner en contacto a los participantes del programa con oportunidades de empleo.29 El programa cuenta con vías de aprendizaje específicas centradas en ayudar a los trabajadores físicos, los comerciantes y los trabajadores de oficina y servicios a desarrollar habilidades empresariales y técnicas que les preparen para los mejores puestos de trabajo.

Mientras tanto, la Networking Academy de Cisco imparte educación de TI estándar de la industria a través de asociaciones con escuelas secundarias, colegios y universidades, organizaciones sin fines de lucro, prisiones y centros comunitarios. En 2021, Cisco lanzó Skills for All, un programa gratuito basado en dispositivos móviles y autodidacta, que funciona para que la adquisición de habilidades tecnológicas sea más inclusiva y accesible.30 Cisco también hizo una contribución de $50 millones de dólares a la dotación de acceso a la educación de la Student Freedom Initiative para estudiantes de los HBCU.

Cambiar la trayectoria hacia una mayor equidad

Estados Unidos se encuentran en un momento crucial para cerrar la brecha digital en las comunidades negras. Los líderes de los sectores público y privado pueden estar a la altura de este momento si comprenden mejor los obstáculos que afectan a las comunidades negras e involucran a las comunidades con una variedad de partes interesadas en la banda ancha y la equidad digital para abordarlos.

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