El mundo está acosado por múltiples crisis que ponen a prueba a nuestras sociedades. Mucha gente quiere hacer su parte para limitar el sufrimiento, promover el florecimiento humano y minimizar los riesgos actuales y futuros. Pero estos aspirantes a agentes de cambio a menudo tienen dificultades para aprovechar todos sus recursos individuales de manera efectiva para ayudar en la creación de un futuro mejor para la gente y el planeta. Para ayudar a llenar ese vacío, Ashoka y McKinsey & Company se asociaron con Echoing Green, Generation Pledge y Catalyst 2030 para producir un nuevo informe: Influence for good: How highly resourced individuals can work towards positive systemic change (Influencia para el bien: cómo los individuos con muchos recursos pueden trabajar para lograr un cambio sistémico positivo).
El cambio sistémico aborda las causas más que los síntomas de los problemas. Pensemos en él como la diferencia entre enseñar a una persona a pescar en lugar de revolucionar la industria pesquera para beneficiar a todos en lugar de a unos pocos. Basado en cuatro años de investigación y más de 100 entrevistas con profesionales y otras personas que buscan resolver los problemas abordando sus causas fundamentales, Influence for Good tiene como objetivo apoyar a las personas que quieren ayudar a resolver los desafíos más complejos de la sociedad a través de la acción colaborativa en múltiples sectores sociales y económicos.
Más que dinero
Cuando la gente piensa en la filantropía, suele pensar en transacciones financieras como donaciones e inversiones. Estas son las formas más reconocidas en que las personas de todo el mundo se comprometen con las organizaciones que intentan abordar los innumerables desafíos que enfrenta la humanidad.
Más perspectivas de McKinsey en Español
Mire nuestra colección de artículos en Español y suscríbase a nuestro newsletter mensual en Español.
Aunque financiar el cambio sistémico puede ser un pilar fundamental del compromiso, el dinero no es necesariamente el fin último. Por ejemplo, la gente podría examinar cómo dedicar su tiempo y utilizar sus conexiones para lograr un cambio significativo. Si bien la idea de ir más allá de arrojar dinero a un problema no es novedosa, no se ha discutido ampliamente el uso estratégico de muchas formas diferentes de compromiso para trabajar hacia el cambio sistémico. Esta es la conversación que Influence for Good busca iniciar.
Este informe destaca el modelo Mirar-Imaginar-Construir (MIC) (ver gráfica), creado por Generation Pledge. El marco MIC de tres pasos se desarrolló para personas con riqueza heredada que buscan movilizar su capital financiero, social, profesional y político para generar un cambio más significativo. Pero el marco podría ser aprovechado por todos los individuos cuyo patrimonio neto y redes puedan posicionarlos para ir más allá de la donación a causas individuales, al generar lo que podría ser un impacto aún mayor. El dinero no tiene por qué ser una barrera. Cualquiera que busque convertirse en un agente de cambio podría obtener conocimientos valiosos del marco MIC.
Mientras se realizaba la investigación de Influence for Good, muchas personas con grandes recursos compartieron sus propias historias sobre cómo se convirtieron en agentes de cambio sistémico. Sus experiencias pueden ofrecer ideas sobre las formas en que la gente puede apoyar un cambio positivo más allá de los recursos financieros, así como el proceso de autorreflexión y desarrollo que podría apuntalar el éxito en la realización del cambio.
Mirar-Imaginar-Construir
El primer paso del modelo MIC anima a las personas a “mirar con valentía” tanto al mundo que les rodea como a sí mismas. Al reconocer que el mundo no es perfecto, las personas pueden comenzar a comprender dónde y cómo podría haber menos sufrimiento, mayor florecimiento y menos riesgos existenciales, ambientales y sociales. Al mirar hacia dentro, la gente puede reconocer cómo sus activos, inversiones y conducta contribuyen al statu quo y comprender mejor sus limitaciones, especialmente en cuestiones sociales. Esa comprensión podría, a su vez, crear un camino más fructífero para escuchar a las personas que han experimentado algunos de estos problemas, así como a las que son expertas en ellos.
Muchas personas se acercan a mí y me preguntan sobre los tecnicismos del compromiso social, casi nunca sobre el porqué. Insisto en que los tecnicismos son la parte fácil y que el verdadero trabajo es una evaluación interna de por qué hacemos lo que hacemos. Seamos lo suficientemente valientes como para hacernos estas preguntas y comencemos el trabajo ahora.
El segundo paso del marco desafía a las personas a “imaginar con rigor” y desarrollar una visión y un plan claros, así como el conjunto de habilidades que probablemente necesitarán para convertirse en mejores agentes de cambio. Esto sucede en colaboración con los líderes próximos, que están cerca de los problemas, y los líderes temáticos, que son expertos en sus campos. Su conocimiento, experiencia, orientación y perspicacia podrían ayudar a quienes aspiran a ser agentes de cambio a identificar soluciones y oportunidades prometedoras y, en última instancia, a convertir una visión en realidad.
Estar preparados para transformarnos a nosotros mismos es un requisito para un mundo mejor, pero también hacemos este trabajo para que podamos transformarnos en personas verdaderamente libres. Es un círculo virtuoso.
El tercer paso es donde el trabajo preliminar se traduce en una acción potencial. Guiados por los líderes próximos y temáticos, los agentes de cambio podrían enfocarse en crear el mayor impacto posible y "construir con excelencia" mediante el seguimiento del progreso y el uso de las evaluaciones y la retroalimentación honesta para ajustar su enfoque regularmente.
A todo el mundo le gusta repartir cosas o financiar edificios, porque eso es tangible. Pero el valor real proviene del cambio sistémico, del cambio de comportamiento, del cambio de mentalidad. Los edificios que construyamos pueden quedarse vacíos; los cambios de mentalidad siguen impactando a las generaciones venideras. Preguntémonos qué tenemos que hacer para crear un cambio positivo realmente duradero y actuemos en consecuencia.
Un viaje sin fin
El camino para convertirse en un agente de cambio eficaz suele ser circular, no lineal: cuando termina un ciclo, comienza uno nuevo. En este sentido, el marco MIC se esfuerza por ser un viaje interminable de aprendizaje, que permita a los agentes de cambio seguir aprovechando sus recursos para lograr el máximo impacto para crear un mundo más sostenible, más equitativo y más próspero.
Haga clic aquí para leer el informe completo en inglés.