Los sistemas de salud de América Latina han desempeñado un rol fundamental para la protección de las vidas humanas durante la reciente pandemia causada por COVID-19. También se encuentran entre las industrias más afectadas por la crisis debido a costos imprevistos, la suspensión de tratamientos y prestaciones no urgentes, el desgaste emocional de la fuerza laboral y la prematura muerte de muchos trabajadores en la primera línea.
Además, el sector de la salud experimentará un enorme volumen de cambios disruptivos y de largo plazo – desatados o acelerados por la pandemia – en los meses y años por venir. Los profesionales de salud de la primera línea pueden ofrecer una visión única sobre los cambios que están ocurriendo en la industria y las perspectivas futuras para la atención de la salud.
McKinsey encuestó a médicos de varios países de Latinoamérica para conocer sus percepciones sobre el impacto de la crisis del COVID-19 en los sistemas de salud de la región (ver Recuadro, “Metodología”).
Los médicos proyectan que los volúmenes de actividad del sector tendrán un rebote en 2022, y desarrollar la telemedicina es su estrategia preferida para mejorar el acceso de los pacientes
El COVID-19 provocó que el volumen de servicios médicos efectivamente prestados cayera dramáticamente durante 2020 y 2021: El 80 por ciento de los médicos encuestados atendieron una menor cantidad de pacientes desde el comienzo de la pandemia en todos los países participantes en la encuesta. Por otra parte, los profesionales del sector predicen un aumento en torno al 25 por ciento en las consultas ambulatorias, las hospitalizaciones y las cirugías en 2022. En cada uno de los cinco países analizados, la estrategia más popular para ayudar a los pacientes a recuperar la asistencia médica es ofrecer alternativas virtuales como la telemedicina (Gráfico 1).
La telemedicina es hoy una propuesta clave que a criterio de los médicos continuará aún después del regreso de las consultas presenciales
La encuesta reveló que entre el 60 y el 84 por ciento de los médicos ofrecen activamente servicios de telemedicina. De ellos, el 20 por ciento, en promedio, introdujo mecanismos de atención remota durante la pandemia, y el 80 por ciento manifestó su intención de sostenerla en el futuro como parte de un modelo híbrido al menos durante algunas horas al día o un día a la semana (Gráfico 2). En ese sentido, más de la mitad de los profesionales encuestados opinaron que la telemedicina es menos costosa para su actividad que la atención presencial, y dos tercios la consideran efectiva, particularmente para seguimiento y consultas generales no urgentes.
Los médicos prevén que un mayor volumen de servicios migrará desde los hospitales hacia los hogares de pacientes, principalmente
El desplazamiento desde los hospitales hacia otros sitios de atención presencial, incluidos los hogares de los pacientes, también se ha acelerado desde el surgimiento de la pandemia. Los encuestados prevén que hacia 2025, la atención tendrá lugar en las casas de los pacientes a una tasa entre 1,5 y 2,5 veces superior a la actual (Gráfico 3). También proyectan que, para entonces, alrededor del 35 por ciento de los servicios de cuidados paliativos, salud mental, atención primaria y terapias físicas se desarrollarán en los hogares. Para tres tipos de servicios (cuidados intensivos, atención de emergencias y diálisis), la atención domiciliaria crecería más en términos proporcionales, aunque con un porcentaje absoluto inferior de servicios en el hogar.
La mayoría de los médicos encuestados no creen que las farmacias sean un lugar de preferencia para la mayoría de los servicios – aunque, en México, el 14 por ciento las consideran apropiadas para administración de vacunas, y un 7 por ciento para terapias físicas.
La pandemia ha reafirmado el compromiso de los médicos con sus carreras, aunque su modelo de práctica preferido está cambiando en algunos países
A pesar de los riesgos personales de salud asociados a la atención de pacientes durante la pandemia, los médicos encuestados no han modificado su compromiso con su carrera; de hecho, el 90 por ciento de ellos afirman que es menos probable que abandonen la medicina ahora que antes de la pandemia. Sin embargo, el interés por pasar del ejercicio independiente a trabajar para un sistema de salud se ha intensificado (Gráfico 4).
Los médicos anticipan un giro hacia la atención basada en el valor aportado al paciente
Casi la mitad de los médicos creen que la atención basada en los resultados mejora la calidad de la atención a los pacientes. Al mismo tiempo, un 55 por ciento considera que sus ingresos se incrementarán, mientras que el 20 por ciento opina que esto no tendrá impacto en sus ganancias (Gráfico 5) De todas maneras, más de un tercio de los profesionales de la salud encuestados y más de la mitad en México y Perú también creen que los modelos de honorarios por servicio mejoran la calidad de la atención. Los médicos manifestaron que actualmente están dispuestos a utilizar más los acuerdos de pago por resultados y estiman que de dos a tres años un 15 por ciento más de pacientes emplearán modelos de este tipo.
Las tendencias de COVID-19 afectarán a todos los actores en la cadena de valor de la salud, incluidos administradores de planes, prestadores, pacientes, farmacias e inversores
El COVID-19 ha acelerado los cambios en la industria de la salud y catalizado nuevas tendencias en toda América Latina. La telemedicina y el giro hacia la atención domiciliaria han satisfecho o superado las expectativas de los usuarios, y pueden contribuir a reducir los costos de la atención en salud a futuro, aunque potencialmente a expensas de los flujos de ingresos tradicionales de los hospitales. Todos los participantes en la cadena de valor de la salud probablemente deberán acelerar sus transformaciones digitales para reflejar los nuevos modelos de atención y al mismo tiempo intensificar sus esfuerzos para optimizar la experiencia de los pacientes e incorporar nuevos lugares de atención a sus operaciones.
Hoy en día es mayor el número de profesionales que aprecian las ventajas de pasar de un modelo de honorarios por servicio a uno basado en resultados para mejorar la calidad de la atención y su estabilidad económica futura. Todos los actores del ecosistema de la salud tendrán que desarrollar las capacidades necesarias para implementar modelos de atención verdaderamente vinculados al valor y que beneficien a todos los participantes. Adicionalmente, las mayores probabilidades de éxito en este contexto cambiante serán para quienes adopten ecosistemas híbridos con atención remota o domiciliaria según el mérito clínico, sumando valor al sistema de salud y proveyendo a los pacientes una alternativa de atención asequible.